Con este modesto proyecto “Garbi’s Random project” me dispuse a compartir una foto diaria durante un periodo de 100 días, con el único propósito de poner a prueba mi disciplina creativa en una faceta que no precisara de mucha imaginación por mi parte. Esta tarea la compagine con otros proyectos mucho mas imaginativos como ilustrar poemas o canciones y contrapuse las diferentes visiones creativas, por las redes sociales mientras meditaba sobre creatividad e imaginación y cuál es la combinación de ambos para crear arte.
Últimamente he escuchado a mucha gente quejarse de la muerte de la fotografía como arte, por la forma masiva y poco elaborada en la que se utiliza y con este proyecto he descubierto que no hay nada de cierto en eso, las imágenes que creamos de forma personal para compartir en las redes sociales no suelen tener una pretensión artística por lo que no pueden sustituir a proyectos elaborados y con un concepto solido, sencillamente todos tenemos cámaras y las utilizamos, y podemos hacer fotos pero no nos consideramos fotógrafos, al igual que antes por escribir nuestro estado en facebook no nos considerábamos escritores.
Por otra parte he llegado a la conclusión de que para que un proyecto sea arte y no otra cosa aleatoria, se tiene que imaginar una forma completamente nueva o revolucionaria de hacerlo, y que no basta con el poder de imaginarlo si no se ejecuta con alguna técnica o disciplina, y durante el camino lo que me he encontrado como tercer elemento es la lógica que puede compara con otros y determinar la originalidad de la misma en el contexto que se presente.
La reflexión y conclusión de este proyecto son cuatro obras, formadas con las 100 fotografías, que forman una calavera, un corazón, un dólar y una cruz, y que a modo de readymade de Duchamp, sacan de contexto unas fotografías banales sin mucho valor artístico, pero mostrando algo que damos por hecho y por eso no pensamos mucho en ello, que es la capacidad del ser humano de crear y ser conscientes de conceptos abstractos y que la imaginación de cada persona hace que haya tantos mundos como personas lo miren.
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