Participamos en el Festival Óptica, con el documental sobre Garbi KW titulado "Video killed the radio star" producido por Film&art y que se proyectara el viernes 16 de septiembre en la Casa Encendida

La Casa Encendida acoge por tercer año consecutivo el Festival Óptica, una iniciativa de la Asociación Cultural Colectivo Interferencias, que ofrece al espectador un espacio de interrelación y divulgación de la experimentación en la cultura audiovisual contemporánea. En esta ocasión, bajo el título “Cuando todo se termine…” propone un profundo análisis de la irracional conducta autodestructiva del ser humano, desarrollada desde el inicio de su existencia hasta la actualidad; una reflexión sobre el lado más oscuro y miserable de la historia del hombre, en la que cabe una visión particular de la desmedida explotación de los recursos del planeta que han permitido su supervivencia a lo largo del tiempo.

El formato de esta edición es novedoso, ya que las obras se presentarán de tal manera que en su conjunto conformen una “película” de marcado carácter experimental, a lo largo de la cual los espectadores podrán disfrutar de una serie de experiencias sonoras, visuales, sensitivas… El planteamiento propuesto por Óptica rompe, en este caso, el ritmo y el desarrollo tradicional de la cinematografía, logrando captar la atención del público a pesar de tratarse de un lenguaje audiovisual arriesgado y difícil de seguir en comparación con el cine convencional. A lo largo de los tres días del festival, puede suceder lo inesperado.

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Nombre: Óptica Festival. Festival Internacional de Videoarte
Un festival de vídeo
Dónde: Sala Audiovisual
Cuándo: De 18 a 21.30h.
Dirección: Ronda de Valencia, 2
Cuándo: 16, 17 y 18.09
Precio: Entrada libre hasta completar aforo

Abordando la condición miserable del ser humano y su constante inclinación por hacer de su vida un purgatorio de autodestrucción, capilla de males eternos y regodeo vil para el desencadenamiento de impulsos sádico-tanáticos, además de lesivos, entre otras conductas de corte psicótico, Óptica Festival presenta una nueva edición. Una aproximación trémula y audiovisual a lo peor de lo nuestro (que es mucho) que parece proclamar un manifiesto del festival de origen gijonés anclándose en las filias y perfidias maléficas de Lautréamont, Bataille, el Marqués de Sade, Kafka, Genet, Rimbaud, Nietzsche, Baudelaire o Artaud, pero también Mühl, Acconci o Nitsch. Una impedimenta de monstruos, sueños, delirios, obscenidades, pesadillas, explotaciones, pero también explosiones, abstracciones bárbaras, atrocidades, aberración, orgías negras, abyecciones, manchas, crueldad, sadismo, perversión y fiereza que, aunque acallados en la normalidad cotidiana y disimulados debajo de todos trajes en la forma de roles que nos vamos poniendo, sibilinamente empapan de negrura y emponzoñan los recovecos más oscuros de cada uno arrimándonos a un espejo maligno donde, efectivamente, da miedo mirarse porque siempre está ahí tu reflejo. Y es que en el fondo sabemos que todos estamos ahí, coqueteando con ello, bebiendo de ese veneno que engendramos, intoxicándonos de nosotros mismos. Si Freud ya hablaba de impulsos erotanáticos y es uno de los pensadores más importantes de lo moderno y posmoderno, ¿ya no se puede decir nada más sobre esto? Probablemente no tan bien como todos ellos, pero siempre hay hueco para ser malo a dolor.